La obsolescencia de los contenidos, es una realidad. Los libros que nuestros hijos estudian no tienen autoría pero si una caducidad. Surgen como si un ser de carácter superior interviniera con mano divina y repartiera dones.
Las grandes editoriales no son el origen de todo mal, faltaría más. Son solo parte del engranaje, de una concepción equivocada de base.
Tampoco creo que sea el mercado o la economía capitalista, no busquemos culpables, nos lo merecemos.
¿Cuál es el origen de la obsolescencia de los contenidos de los libros de texto?
En primer lugar, se sitúa la administración educativa. Dicho ente, constituye un marco normativo en el que se: ordenan, disponen, establecen y dictaminan dichos contenidos; alineados, en forma de letanía, tal como esta relación de términos.
La cuestión es que la inversión de esfuerzos es tan elevada que se precisan: coordinadores, expertos, técnicos, especialistas, juristas, etc. De manera que llegado el momento del parto, más de 20 semanas después, somos padres colectivos de un mortinato. Las cosas suceden se merezcan o no. Abandonemos la “infortunada” metáfora, sigamos el hilo de Teseo.
Las editoriales no pueden sino certificar. Obedientes como son, tratan de encontrarle una lógica, porque el “omni-legislador” sólo tiene interés por incluir “su” verbo, no por su orden o cronología, ni siquiera un desarrollo, unos preámbulos, ni un besito, tan solo unos esterilizados objetivos, eso sí generales y específicos:
“En la proctología, la cirugía láser en el día es el tratamiento definitivo…”
Como apasionados lectores de sus decretos, nos da la impresión de estar en una casa de subastas, donde los términos vuelan en una pugna idomática, no en vano el castellano tiene el honor junto al japonés de ser el idioma más “rápido” de todos.
Se va a proceder a subastar un contenedor procedente del Módulo “x”, con código “z”, la duración será de 64 horas, “dice contener:…”. Y aquí empieza el espectáculo del subastador, trabalenguas sempiterno:
Características de la empresa como comunidad de personas:
– Ética y empresa. La empresa como comunidad y sujeto moral:
– Ética interna y externa en la empresa.
– El buen gobierno.
– Personificación de las tareas. Comportamientos y actitudes:
– La dirección por valores.
Es en este momento, donde puede intervenir el proceso creativo, si es nuestra intención. También, es posible actuar dentro del ámbito editorial tradicional con sus restricciones, y continuar con la rutina depurando y potabilizando.
En la potabilización se eliminan los sólidos en suspensión, las materias dispersas y disueltas y agentes causantes de enfermedades (como microbios y virus patógenos). Con la desinfección por medio de sustancias químicas como el cloro (Cl2), el ozono (O3) o el permanganato de potasio (KMnO4), se induce la desnaturalización de…
No es nuestra intención, actuar como recipientes vacíos para contener agua potabilizada. No pretendemos inducir a la desnaturalización, sino invertir la tendencia que nos conduce a la obsolescencia de los contenidos. Es nuestro deber humanizar, comprender y participar de la diversidad de la naturaleza.